La bolsa periodontal son huecos que se forman entre el diente y la encía, normalmente por una enfermedad periodontal. En estos casos, mientras más avanza la enfermedad, más grande se va haciendo la bolsa; y mientras mayor es la profundidad, más cantidad de bacterias se acumulan y destruyen los tejidos que sostienen el diente.
Esto quiere decir que, si no se elimina el sarro que se acumula debajo de las encías, puedes perder todas las piezas dentales y someterte a un tratamiento mucho más invasivo. Por ello, te contamos cuáles son las causas que producen la bolsa periodontal y cómo solucionarlas.
Causas de la bolsa periodontal
La bolsa periodontal o surcos gingivales se generan cuando el sarro se almacena debajo de la encía, afectando directamente al tejido y al hueso, además de a la función de sujeción de las piezas dentales.
La gingivitis es una enfermedad que suele curarse, siempre y cuando no esté muy avanzada porque, en ese caso, pasaría a ser periodontitis, una patología en la que las encías sangran, se inflaman y da lugar a la creación de las bolsas periodontales. Estas pueden formarse por diferentes causas como la genética, las alteraciones hormonales y la falta de hábitos de higiene en la boca.
Las enfermedades dentales van en escala: se suceden una detrás de otra si no se tratan a tiempo. Si la gingivitis forma las bolsas periodontales y estas llegan hasta la raíz, pueden originar otra enfermedad, la piorrea.
Tratamientos de las bolsas periodontales
El tratamiento de las bolsas periodontales consiste en limpiar el sarro y todo tipo de bacterias que se acumulan debajo de las encías. La idea es evitar perder esa o varias piezas dentales, aunque muchas veces es difícil regenerar el hueso dañado de forma natural.
Para que el tratamiento sea exitoso, el odontólogo tiene que llegar hasta el fondo de la bolsa periodontal y eliminar todo el sarro que haya dentro. Esto puede hacerse de dos maneras: por un lado, si la bolsa es pequeña y no puede superar los 3 milímetros de profundidad, puede emplearse la técnica de ultrasonidos. Si, por el contrario, la bolsa es más profunda con más de 4 milímetros, ya habría que plantear un curetaje dental.
El tratamiento también va en función de las caras afectadas de la pieza dental y de la posición de las bolsas periodontales. Por ejemplo, en el primer caso hay bolsas simples, las cuales han perjudicado solo una cara del diente; hay bolsas compuestas que han afectado a dos o más caras del diente y bolsas complejas que abarca un sitio diferente al lugar de origen.
La tarea principal sería ver dónde están ubicadas esas bolsas: por encima de la cresta ósea o por debajo e, incluso, dentro del hueso.
De todas formas, lo más acertado es que acudas a profesionales para una valoración. Si necesitas más información, puedes pedir tu cita online y te haremos un asesoramiento individual para, en caso de que lo necesites, tratarte adecuadamente y realizar un seguimiento oportuno de tu pieza dental. ¿Preparado?